PIEDAD

"VIVIR PÍAMENTE"


“Otro asunto hay de más importancia aún, que debería llamar la atención de las iglesias en el día de hoy. El apóstol Pablo declara que “todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.” 2 Timoteo 3:12. ¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en nuestros días? El único motivo es que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Dios son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la persecución volverá a encenderse” (Ellen White. El Conflicto de los Siglos. Pág. 52)."Pero el punto no es simplemente perder... la vida (ser perseguidos). Si pensamos que el llamado a ser sus discípulos significa solo esto, entonces no hemos entendido el llamamiento del Señor. El Señor dijo: «El que pierda su vida, la hallará», y la hallará en una dimensión infinitamente superior a aquella que perdió. Dichosos aquellos que lo hacen; porque, para recibir la plena bienaventuranza del evangelio y de las palabras de Cristo, usted tiene que perder su vida, y entonces hallará a Cristo como su vida.

"Por esto, el Señor dijo: «Aquel que oye mis palabras y no las hace…», porque haciendo sus palabras es cómo nos apropiamos de todas las riqueza de su gloria, poder y autoridad. Si guardamos y hacemos sus palabras, somos como el hombre que edifica su casa sobre la roca; pero, si no lo hacemos, somos como aquel que la edifica sobre la arena.

"Después del terremoto del 27 de febrero, hace ya dos años, viajamos a Concepción para visitar a los hermanos y llevarles alguna ayuda. Al llegar, nos tocó cruzar el río Biobío en el lugar donde estaba aquel gran edificio que cayó por completo. Al verlo, pensé en esta parábola. Ese edificio fue construido sobre las riberas del río, que son de arena, y no se cavó lo suficiente para afirmar los cimientos en la roca, bajo la arena, y cuando vino el sismo, el edificio buscó la manera de asentarse, se hundió en la arena y entonces cayó. Y como dice la Escritura: «…fue grande su ruina»
Orígen: http://www.aguasvivas.cl/revistas/70/05.htm





¿QUÉ ES PIEDAD?


Piedad es sentir conmiseración hacia alguien que merece un castigo. En el Antiguo Testamento este término se relaciona con la misericordia ("Ten piedad de mi oh Dios, conforme a tu misericordia" Sal. 51:1). Pero en el Nuevo Testamento el término eusebia, traducido como piedad, incluye las ideas de temor a Dios, obediencia a sus mandamientos y vida religiosa. El énfasis es hacia la vida práctica. "La doctrina que es conforme a la piedad" (1 Ti. 6:3). O sea, que la piedad es la doctrina puesta en acción, vivida, practicada. Una persona de vida religiosa sincera, era llamada piadosa. Así se nos habla de Simeón ("...este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel" Lc. 2:25). En el día de Pentecostés, "moraban... en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo" Hch. 2:5. La piedad no quedará sin recompensa y podemos verlo en 1 Ti. 4:7-8 "Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Pablo se expresa de esta manera: “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad” (Romanos 2: 5-7).

Veamos la experiencia de Pablo. Su formula objetiva: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13: 15, 16).

Analicemos los escritos de Ellen White referidos a la piedad como poder de la iglesia.

“El mundo se convencerá no tanto por lo que el púlpito enseña como por lo que la iglesia vive. El predicador anuncia la teoría del Evangelio, pero la piedad práctica de la iglesia demuestra su poder” (Ellen White JT 2. Pág. 498).

Cuando la sociedad norteamericana vivía el estremecimiento causado por el anarquismo promovido por los sindicatos de la época, Ellen White pedía a los ASD implementar la igualdad entre ricos y pobres. Pero no al modo de la fracasada experiencia de Pedro, que pedía que los ricos vendiesen sus propiedades para darlas a los pobres, sino, como se dice: "dar el pescado y enseñar a pescar". Experiencia de Pablo y la obra de sostén propio (Hechos 18: 3; 20: 33-35). Veamos su expresión:

"Es propósito de Dios que ricos y pobres vivan unidos por lazos de simpatía y de ayuda mutua. Los que disponen de recursos, de talentos y capacidades deben emplearlos en provecho de sus semejantes" (El Ministerio de Curación, 145).

La iglesia es llamada a organizarse para resolver el desempleo, la pobreza y el hambre. Pero no como ahora que alguna ONG de manera internacional dirige la obra filantrópica y social. E. White se opone. Nuestra necesidad es local;

“Los miembros de nuestras iglesias tienen mucha necesidad de conocer la piedad práctica. Necesitan practicar la abnegación y el sacrificio propio. Necesitan dar al mundo evidencia de que son semejantes a Cristo. Por lo tanto la obra que Cristo requiere de ellos no debe ser hecha por medio de otro, ni deben delegar a alguna comisión o institución la carga que ellos mismos deben llevar. Han de llegar a ser semejantes a Cristo en carácter, dando de sus recursos y de su tiempo, su simpatía, su esfuerzo personal, para ayudar a los enfermos, consolar a los afligidos, aliviar a los pobres, estimular a los desalentados, iluminar a los pecadores que están en las tinieblas, señalarles a Cristo, y grabar en los corazones la obligación de guardar la ley de Dios.

“La gente está vigilando y pesando a aquellos que aseveran creer las verdades especiales para este tiempo. Está vigilando para ver en qué representan su vida y conducta a Cristo. Al empeñarse humilde y fervientemente en la obra de hacer bien a todos, el pueblo de Dios ejercerá una influencia que se hará sentir en toda aldea y ciudad donde penetró la verdad. Si todos los que conocen la verdad echan mano de esta obra a medida que se les presentan las oportunidades, haciendo día tras día pequeños actos de amor en el vecindario donde viven, Cristo se manifestará a sus vecinos. El Evangelio será revelado como poder viviente, y no como fábulas por arte compuestas u ociosas especulaciones. Se revelará como una realidad, no como el resultado de la imaginación o el entusiasmo. Esto tendrá más consecuencia que los sermones, la profesión de fe o los credos” (Ellen White JT 2. Pág. 501, 502).

Cada iglesia en su barrio y/o urbanización tienen el derecho de vivir la experiencia de la piedad práctica o ayuda mutua. No se puede impedir algo que conceden nuestras leyes en Venezuela:

"El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se oponga a la moral, a las buenas costumbres y al orden público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de esta Constitución y la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos e hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones.
"Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos" Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 59

“Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, discusiones necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales” (1Timoteo 6: 3-5).

¿Es la pobreza sinónimo de escases, falta de visión y emprendimientos económicos de los que dicen amar al prójimo como a sí mismos? ¿Tiene razón el evangelio de acusar a los pastores como simples "asalariados"? ¿Que no pueden o no quieren planificar el desarrollo socio productivo de las iglesias, sino vivir descaradamente de ellas?

"El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
"Yo soy el buen pastor;d el buen pastor su vida da por las ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye porque es asalariado y no le importan las ovejas.
"Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen" (Juan 10: 10-14).

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